Todo el proceso del parto es ya de por sí una experiencia muy estresante. Las contracciones del útero ejercen en el bebé una fuerza contraria a la resistencia natural de ese canal.
La cabeza del bebé tiene la capacidad de adaptarse y cambiar de forma. Asimismo, los huesos blandos de la parte superior del cráneo se solapan y se moldean con estas fuerzas contráctiles.
Las tensiones ejercidas sobre el bebé en el parto se liberan normalmente de forma natural con la alimentación y el llanto. Sin embargo, en algunos casos, las distorsiones permanecen afectando al crecimiento y al desarrollo.
Una posición anormal del feto, partos muy lentos, partos demasiado rápidos, fórceps, prematuros, cesáreas…
Todo ello, puede provocar un solapamiento de alguna sutura craneal durante el parto y puede desencadenar deformidades craneales o tensiones en las membranas internas del cráneo, provocando cefaleas, migrañas, etc.
La etapa infantil es la etapa de crecimiento, maduración y experimentación del ser humano. En esta etapa la osteopatía está muy indicada aportando ventajas definitivas ya que el organismo del niño tiene gran capacidad de adaptación y corrección.
El tratamiento consiste en técnicas muy suaves y sutiles, totalmente nocivas para el niño y siempre con la colaboración de los padres.
La Osteopatía es un sistema de medicina manual con la que exploramos y tratamos al paciente desde el punto de vista estructural, visceral, craneal y funcional utilizando la más apropiada para cada paciente según sus necesidades.
Las indicaciones más frecuentes para tratar con osteopatía pediátrica son las siguientes:
Ver también fisioterapia, nutricionista - dietista, osteopatía, osteopatía craneal, osteopatía estructural, osteopatia visceral, osteopatia obstétrica.
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